De generación en generación

La idea de negocio vino de Aldo, quien decidió continuar en el camino ya practicado por sus antepasados ​​que, durante al menos tres generaciones, han hecho de la tierra, los pastos y el ganado su razón de vivir, transmitiendo de padre a hijo con moderación secretos comerciales y experiencia en la industria.

Fortalecido por esta tradición familiar, Aldo ha construido su ventaja competitiva al tratar de mantenerse lo más cerca posible de las tradiciones sin descuidar las innovaciones y las tecnologías modernas, a fin de mantenerse al día con los tiempos y poder competir en un sector solo en apariencia estática, pero en realidad cambia constantemente.

La experiencia en el sector adquirida a lo largo de los años, el compromiso constante y la inmensa pasión han llevado al éxito de la iniciativa; Una pasión que tiene profundas raíces en la familia y que se combina con el entusiasmo de la nueva generación.

El objetivo principal de nuestra empresa es ofrecer a nuestros clientes un producto de la más alta calidad; No estamos satisfechos con productos simplemente buenos, sino excelentes. Por esta razón, hemos decidido apuntar al control completo de las actividades de la cadena de suministro, a fin de garantizar la mejor materia prima para nuestros quesos: la preciosa leche de nuestro pezze rojo.

La calidad no se construye de un día para otro, sino que se obtiene al invertir constantemente el compromiso y los recursos en investigación y en la aplicación de acciones que cumplan con la normativa vigente en la materia y que mejoren cada aspecto de las fases de producción; comenzando desde los campos y desde el establo, hasta llegar a la quesería a la curación del queso, hasta el empaquetado. Creemos que el primer secreto para obtener una buena leche es el bienestar de nuestras vacas: solo de vacas bien alimentadas, sanas y bien cuidadas, es posible obtener leche de alta calidad, que es mejor en todos los aspectos, incluso de la lechera. Es por eso por lo que prestamos gran atención a este factor, gracias a nuestro establo que puede garantizar el máximo confort para nuestras vacas.

Los animales pueden encontrar refugio en espacios muy cómodas, para evitar que las cabezas se interpongan en el camino y se molesten durante el descanso. Se presta especial atención para garantizar que la litera se mantenga constantemente limpia. Los animales se dejan libres para moverse y alimentarse independientemente.
El establo tiene una buena ventilación natural que garantiza una circulación de aire adecuada y permite un enfriamiento adecuado en verano y calefacción en invierno.

Para la alimentación de nuestras vacas aseguramos las mejores marcas de forraje y cereales: procedentes de la agricultura italiana y fácilmente rastreables. En particular, la paja y el heno consumidos por nuestros animales provienen exclusivamente de las áreas vírgenes de la Sila y de la costa del Alto Jónico.

La leche de nuestra Pezzata Rossa es, por cierto, la materia prima que subyace al éxito y el reconocimiento de nuestros productos. Nuestra leche puede presumir de la presencia de vitaminas y sales minerales, como el calcio y el fósforo que, además de ser fundamental para el cuerpo humano, es mucho más adecuada para la fabricación de queso, gracias a la presencia de proteínas con alto valor biológico y caseínas.

La leche se recolecta diariamente, dos veces al día: al amanecer y temprano en la tarde, a través de un moderno sistema de ordeño en una habitación independiente del resto del establo, para garantizar un nivel adecuado de higiene.

Sin la más mínima contaminación del ambiente externo, la leche pasa a través del sistema de ordeño y el sistema de filtración directamente al refrigerador, donde alcanzará una temperatura de 4 ° C en unos minutos para reducir la carga bacteriana y evitar su proliferación.

El proceso de transformación de la leche comienza todas las mañanas al amanecer, en la moderna granja lechera ubicada no muy lejos del establo, con un cumplimiento meticuloso de los requisitos higiénico-sanitarios establecidos por la ley.

Para obtener nuestros quesos y productos lácteos, además de nuestra leche, usamos solo unos pocos ingredientes simples: cuajo natural y sal, como dicta la tradición familiar de décadas.

Los productos lácteos se comercializan a las pocas horas de su realización.

Para los quesos, se prevé la fase de salado y sazonado. En una planta avanzada con humedad y temperatura controladas, los quesos descansarán durante un período que puede variar de unos pocos días a dos años.

El tiempo de curado contribuirá a la diferenciación del sabor de las formas individuales, desde la dulce y delicada hasta la intensa y picante.


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